Mercancía

Tengo una soledad tan concurrida...
Decia Benedetti en un poema q amaba releer de joven.-
El hecho de tener una vida afectiva plagada de alicientes hace q viva como en un estado de drogadiccion constante, y me olvide, por grandes lapsos de tiempo que estoy sola.
Que hace años ya q me acuesto, me levanto y a veces hasta vivo con tipos por los que no doy nada o que no dan nada por mi. El problema es cuando ese efecto opiáceo de las relaciones "porque si" se termina y te encontrás frente a frente con el estado real de las cosas.
Y el efecto es de una angustia terrible.
Tengo en mi haber una colección de fracasos de los cuales siempre digo q he aprendido mucho. Pero en algun punto quiero dejar de ser estudiante para ser practicante.
Y siempre q pienso q voy a poder poner en práctica mi gran bagaje de conocimientos, resulta q no es el momento indicado: o no califica, o no califico o es una descalificación mutua.
Creo q hay pocas cosas peores q tener mucho para dar (sea lo q sea) y no tener a quien darselo por el motivo q fuese.

Probablemente mi vieja tenga razon y por esta cuestión de no conformarme nunca con menos de lo que quiero y no venderme (al menos demasiado tiempo) a algo q no funcione o funcione "mas o menos" tenga q comprarme un gato y ponerle de nombre "mi amor".

Versus

Basta, me cansé, ya no lo soporto más.
Estoy harta de escuchar una y otra vez la misma queja:
“No hay tipos como la gente” “A las minas no hay nada q les venga bien”
“son todas unas histéricas” “son todos unos hijos de puta” y la lista de descalificativos sigue en un fuego cruzado que parece no tener fin.
Lo escucho en absolutamente todos lados, lo mas curioso es q no se limita al mundo de los que están solos, sino que lo viven todos: solteros, separados, divorciados, novios, concubinos, casados, amigos con derechos,”touch and go, “somos lo que pinte”, nadie esta exento de esta oleada de reproches.
Hasta la revista VIVA, literatura dominical selecta (¿?), le dedico su nota de tapa a cuesta temática.
La verdad que tenía un sinnúmero de reflexiones al respecto pero ahora no tengo ganas de transmitirlas.
Esa soy yo… un día quiero, al otro no.
Hoy no.

Notas Preliminares

Antes q nada, los agradecimientos pertinentes…
Primero y principal al hacedor técnico de esta cuestión, El Sr Gustavo Gregorio quien con su sola presencia hace de mi vida una vida llevadera y menos pesarosa (nunca, pero nunca me atrevería a llamarla feliz).
En segundo lugar a mi muzza (si, muzza) inspiradora.
Uno de los tantos psicóticos peatones de la internés, al cual no tengo el placer de conocer personalmente (soy demasiado joven para morir violada y descuartizada en algún baldío) cuyo magnífico blog about nothing, me entretiene sobremanera leer y se constituye como principal incentivo para hacer cuesta publicación.
Así que cualquier queja y/o reclamo ya saben a quienes dirigirse...

En fin, para alegría de pocos (mia) y para desgracia de otros (el resto) aquí estoy...

Mientras tanto:

Vermouth, papas fritas y good show...